¿Por qué vibra el volante del coche?

El volante es un elemento muy importante del coche, ya que gracias a él podemos dirigirlo. Su funcionamiento debe ser el correcto siempre, pero ¿y si notamos que vibra? Está claro que si esto ocurre puede incomodar la conducción, pero aparte de las molestias que pueda ocasionar, puede ser la señal de que algo está fallando. Analicemos las causas que puedan hacer vibrar el volante del coche:

Las ruedas: la causa más habitual se debe a que las ruedas están mal equilibradas. Esto puede ocurrir por llevar una presión desproporcionadamente distinta en los neumáticos delanteros o bien se ha deformado su banda de rodadura. Si se trata de esta razón, lo más seguro es que el problema desaparezca cambiando los neumáticos del coche.

La dirección: otro motivo frecuente por el que el volante puede vibrar, especialmente en los giros, es porque la dirección está desalineada.

Silentblocks: los silentblocks son tacos de goma que unen distintas piezas metálicas y cuya función es evitar ruidos, desgastes y amortiguar vibraciones. Si estos se deterioran acaban dando lugar a holguras que pueden traducirse en vibraciones en el volante. En ocasiones, estas holguras pueden tener lugar en los brazo de la sus pensión o en la dirección. Que estén en correcto estado es algo que comprobamos en la ITV desde el foso.

Discos de freno: si el volante vibra cuando frenas, lo más seguro es que el origen del problema esté en los frenos, concretamente en los discos de freno delanteros. Cuando los discos no están completamente lisos, provocan que el volante o el pedal vibren, así que seguramente ha llegado el momento de cambiarlos.

Amortiguadores: si los amortiguadores están en mal estado, aparte de dificultar la conducción del coche, puede desgastar otros elementos, principalmente los neumáticos y en menor medida los silenblocks. Por tanto, si el volante vibra y se determina que la causa es debido a los neumáticos o silentblocks, también es conveniente comprobar  los amortiguadores.

Estas son las causas principales que pueden hacer que el volante del coche vibre. Pero, en ocasiones, éstas pueden ser derivadas de causas secundarias, como por ejemplo las juntas homocinéticas. Estas juntas unen los palieres con sus extremos. Son las que se encargan de transmitir el giro del motor a la ruedas, permitiendo que la suspensión y la dirección trabajen adecuadamente. Si el vehículo acumula muchos kilómetros es probable que las homocinéticas acumulen cierto desgaste y los fuelles y guardapolvos que las forman se agrieten, dando lugar a pérdidas de la grasa que lubrica estas juntas. Un síntoma claro de desgaste son ruidos metálicos, sobre todo a baja velocidad.

Ten en cuenta que el volante también puede vibrar si pisas la línea continua de la autopista o gracias al control de línea que incorporan algunos coches como medida de seguridad para que no la rebases. Salvo en estos casos, si notas una vibración o un ruido poco habitual en tu vehículo tienes dos opciones: solicitarnos una ITV voluntaria para identificar qué tiene tu coche o ir directamente al taller.